[Septiembre de 2022] ¿Es el Bar Verónicas en Murcia el mejor de la ciudad? Yo digo sí. Combina el encanto de los bares de toda la vida, con el mejor producto, y el toque de creatividad de la cocina de lujo. ¡Lo tiene todo! Su ensaladilla es una maravilla. Las navajas que manejan son un productazo, enormes, tocadas por el calor con sutileza y con el toque mágico de la lima. Y ojo a su steak tartar. No lo hay mejor incluso comparándolo con restaurantes de nivel. Creo que solo está disponible los fines de semana, por lo que hay que pelearse por un sitio en su barra o sus mesas de la calle los sábados. No te pierdas tampoco su clásicos boquerones, el adobo de corvina, los caballitos de cigalas o sus manitas de cerdo a la brasa. Menos mal que me pilla en la otra punta dela ciudad, porque si no estaría allí acampado cada día.



[Septiembre 2021] El restaurante Kome se fue de nuestras vidas de una forma inesperada y no tuvimos tiempo ni de prepararnos para el duelo. Fue posiblemente el restaurante, que en un menor período de tiempo, más revolucionó el panorama gastronómico de la ciudad de Murcia. Un restaurante que, en su momento, era necesario para la ciudad, por hacernos viajar sin movernos de uno de sus privilegiados asientos. Es posible que Samuel Ruiz tenga razón cuando me decía el otro día que otro Kome no es imprescindible ahora mismo. Puede que lo importante ahora sea volver a la calle, a los bares, a sus barras, y de disfrutar de esos pequeños momentos de felicidad juntos. Para eso han vuelto con el Bar Verónicas en Murcia, para regalarnos el lujo de la felicidad gastronómica en un bar de barrio, para todos, pero con su indiscutible sello.
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El Bar Verónicas en Murcia
El Bar Verónicas en Murcia abre de siete de la mañana a cuatro de la tarde de lunes a sábado. No hacen reservas, así que aunque la idea era comer allí, me fui pronto por aquello de pillar sitio. Imaginaba que había empezado a sonar en Murcia que los chicos de Kome se habían apoderado del lugar y había que ser previsor. A las 12:30 me planté allí y tras observar un pequeño descuido conseguí robar una de las 3 mesas que tienen en la calle. Misión cumplida, de allí no me movía ya ni Dios.

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Para empezar en el Bar Verónicas en Murcia
Yo iba de avanzadilla y mientras esperaba al resto de la familia algo tenía que ir comiendo. Le dije a Samuel que iba sin desayunar, cosas de la moda del ayuno intermitente ese, y supo enseguida captar mis necesidades. Pincho de tortilla hermoso y un fantástico chorizo, no se me ocurre una mejor forma de cortar con 16 horas de restricción de ingesta calórica. La tortilla no es de esas muy poco cuajadas que he podido disfrutar en Betanzos este verano, pero no es ni mucho menos mazacote. Cuajada pero melosa al mismo tiempo. Muy rica.

Y llegaron los refuerzos para que abandonara la soledad justo a tiempo para que probaran unos boquerones al limón como no he probado otros. Tan buenos que tuve que repetir. Luego aparecieron los mejillones en escabeche. Grandes, carnosos y henchidos gracias a su justa cocción. Un bocado glorioso junto a un escabeche, sutil, cremoso y untuoso. Gloria bendita las navajas, enormes, perfectas. ¡Menuda mano con los puntos!




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Seguimos con…
Pues seguimos con los caballitos de cigala. Bocado al cuerpo crujiente rebozado y luego le ataco a la cabeza. ¿Y el mejor bikini de la historia? Vale, exagerado, pero jamón, ibérico, queso y trufa, tostadito y calentito, imagínate.


Los dos siguientes platos nos llevan irremediablemente a Kome, ya que los probamos allí. Hablamos de sus míticos boquerones rellenos de ciruela y el adobo de corvina. El adobo de corvina es una locura, mega crujiente exterior, un puntito picante y el corazón de pescado increíblemente jugoso.


De postre elegí las manitas de cerdo a la brasa con alioli. Las manitas me gustan solo a mi y me la zampé sin ayuda. Es que me encanta la textura gelatinosa y pega labios de las manitas y éstas me volvieron loco. Creo que chuperreteé cada hueso y cartílago hasta dejarlos limpios y relucientes. El alioli no hizo no falta.

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Pues solo me queda dar la gracias a los chicos Kome por volver. Somos más felices gastronómicamente en la ciudad con vuestra presencia, en un bar de barrio o de la forma que sea. ¿Te has pasado ya por el Bar Verónicas en Murcia? No dudes en dejar tu comentario y a ¡COMERVIAJARynadamás!
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Hola, Antonio. A mí tb me gustan las manitas. Podrías hacer un especial «manitas de cerdo». Magoga las hace con anchoas, Ajo y agua, caramelizadas…
Saludos.
Hola Alfonso! Estaría bien, pero no creo que tenga material para un monográfico, jeje.
Abrazo.
¡Menudo atracón! Muy bonitas las palabras dedicadas a los buenos bares de barrio. Qué pena que haya tantos bares y solo sirvan desayunos y menús para salir del paso. Felicidades por el buen descubrimiento. Además, junto al mercado de abastos, frescura y calidad a un paso. Y no muy lejos está el Barrigaverde, que aún no conozco (pecatoris sum). A ver si llego a tiempo de disfrutar de sus níscalos, caldo y yemas. Carpe diem!