“De la mar, el mero y de El Mosqui Restaurante, el caldero”. Así reza el refrán, pero la cocina de Sergio de la Orden trasciende mucho más allá del plato marinero murciano por excelencia. Hablamos de un tipo que ha revolucionado el restaurante familiar, elevando su cocina a niveles que son realmente emocionantes.
El trato que Sergio da a los productos del mar, con su creatividad, realzando sabores y texturas, sin perder de vista el guiso tradicional marinero es impresionante. Los galardones no han tardado en llegar. Candidato a cocinero revelación en Madrid Fusión , y Sol Repsol en 2023, entre otros. Pero es que con la energía y pasión que trasmite Sergio, estoy seguro que su techo es el mismo cielo.
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Nuestra visita a El Mosqui Restaurante
El cielo son sus salazones caseros, qué textura cremosa consigue a la hueva de mújol, o esa albacoreta que parece cecina, que es sensacional. De ese brioche de quisquilla me hubiera comido mil, y el plato de vieira y ortiguilla no puede estar más rico.

Cuando ya estábamos rendidos a sus pies, Sergio nos sacó un plato que no habíamos pedido. Un plato nuevo que no estaba en carta que quería que probáramos. Un tiradito de mújol con una crema de mango. Qué combinación de sabores. Funciona a las mil maravillas.

Quedaba lo mejor. 2 platos para volver a El Mosqui Restaurante eternamente. Sobre unos lomos de ventresca de dorada, cocinados con sutileza, me vierte un pil-pil de morena sacado de la chistera de un mago. El punto del pescado es la perfección, su piel es gelatina, y ese pil-pil sabrosísimo, con una textura pega labios, hace que el conjunto, sea de las cosas más ricas que he probado últimamente.

Ojo que aún quedaban los callos de morena. Un guiso de nuevo potente, untuoso, con su chorizo, sus garbanzos y con la textura de la morena gelatinosa que me flipa. Un plato que te reconforta y te da la felicidad instantánea.

El caldero y el final feliz
Con todo lo anterior, ya me hubiera ido a casa con una sensación inmejorable, pero…¡cómo se va uno de El Mosqui Restaurante sin probar su famoso caldero! Fue solo una tapa para cada uno, porque había que dejar hueco para el postre también. El arroz de El Mosqui no es caldoso, como estamos acostumbrados. A mi me gustó mucho así, más seco, aunque entiendo que haya gente que lo vea claro. Caldoso, seco, está en gustos, pero está muy rico.

Hubo postre, por supuesto. Los niños querían helados, mi mujer no quería postre y yo quería probar dos. No sabía si podría yo solo con dos, así que empecé con la torrija Olleros. Una locura. Mi cara con la primera cucharada despertó la curiosidad de mis acompañantes, y casi tengo que irme solo a otra mesa para evitar pelea de cucharillas. La pequeña ayuda me hizo fuerte para pedir el segundo. El flan cremoso de El Mosqui Restaurante es posiblemente el mejor que recuerdo haber probado, junto con el de Gema en Mannix.

El resto de fotos de nuestra visita a El Mosqui Restaurante





El Mosqui Restaurante es un lugar que debiera ser de peregrinación obligatoria para todos los amantes de la gastronomía de toda España. Si estuviera en Marbella o Fuengirola tendríamos por El Mosqui al todo el mundo foodie de paseo. Ángel León de Aponiente es el “chef del mar”, pero Sergio de la Orden es nuestro, nuestro chef del mar, el chef de nuestro mar. ¿Conoces El Mosqui Restaurante? ¿Qué te parece la cocina de Sergio? No dudes en dejar tu comentario y a COMERVIAJARynadamás.
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Hola. Me alegra mucho que este conocido restaurante haya salido del pozo de decadencia y caldo concentrado de supermercado para renovarse y hacer una cocina del mar creativa y contemporánea. Fui por última vez hace unos 15 años y el salón principal todavía conservaba el estilo y decoración de las películas de Manolo Escobar. Era la cosa más triste y setentona que te podías encontrar, aún quedan sitios así por La Manga, no te vayas a creer, pocos pero quedan. Ni valía nada su famoso caldero. Juramos no volver; pero ahora me has puesto los dientes largos. Habrá que volver al del barco y dejarse un tiempo el exitoso La bocana. Gracias por las fotos.
Sergio le ha dado un giro increíble. Ya me contarás!!
Pequeña reflexión sobre el caldero:
Es el plato principal de la laguna del Mar Menor (caldero de Los Alcázares) y de la costa cartagenera (caldero de Cabo Palos).
Hay tres sabores característicos en este arroz meloso de pescado: caldo de pescado de roca (el cartagenero) o pescados grasos (mújol, pardete…), ajo (en algunos sitios, p.e. en el «Venezuela» añaden alioli al caldo) y en todos las ñoras fritas o pimentón en el sofrito de tomate, que le da color y sabor.
Es cierto que cada cocinero tiene su estilo; pero se debe cocer el sofrito de tomate y arroz en un caldero de hierro fundido que mantiene muy bien la temperatura del caldo que necesita el arroz para alcanzar su punto de ebullición. Lo bueno es que el grano quede suelto [usar arroz bomba] y que esté bien unido en un caldo denso, rojizo oscuro y equilibrado, donde se unan bien los diversos sabores (pescado, ñora/ pimentón, ajo, tomate frito natural y sal) sin destacar ninguno por encima de los demás.
Por último, se suele acompañar el plato con una guarnición de pescado recién cocido. En Cabo de Palos se sirve con dorada. En el Mar Menor nunca falta el mújol. A veces ambos pescados se usan en los dos calderos. En el Mar Menor se nota más el sabor del pimentón y del tomate, en Cartagena quizás predomine el sabor a pescado, al menos eso era lo tradicional. Hoy en día se hace más suave que antiguamente.
Me voy a mojar. A mi el que más me convence es el del «Ramón» de Los Alcázares, el de la receta de las antiguas pantasanas, la pesca de cerco de pescados grasos para caldo del Mar Menor, algo ya desaparecido, no así los mújoles y pardetes de La Encañizada (San Pedro del Pinatar y el final de La Manga).