Siempre hay una buena excusa para pasar el día en Cartagena. Ya sea su teatro romano, o su puerto, pero nuestra verdadera motivación es la gastronómica. En mi anterior visita a la ciudad portuaria visitamos el restaurante Magoga. Fue una experiencia increíble que ya os conté por aquí, y si te ha llamado la atención puedes reservar en este enlace. En esta ocasión fuimos a conocer Eszencia. El restaurante está situado en el Auditorio El Batel, en la zona del puerto de Cartagena. La terraza de Eszencia es muy agradable y con una bonitas vistas al propio puerto. Fuimos a medio día, pero me imagino unas noches de verano allí maravillosas.
Qué pedir en el Restaurante Eszencia
A la hora de elegir la comida en Eszencia está un poco confuso. Y es que te colocan 3 cartas encima de la mesa. Tienes un menú de tapas por 15 € más IVA que no incluye la bebida, una pequeña carta con platos «elegantes» y una tercera más amplia e informal. Al final, descartamos el menú tapas y combinamos las otras 2 opciones. Antes de llegar la comanda, nos ponen un buen AOVE con pan, que ya sabemos lo peligroso que es porque te comes una hogaza fácilmente.
Los entrantes Eszencia
Comenzamos con una mini marinera Eszencia, que de mini no tenía nada. En lugar de rosquilla utilizan unos crackers construyendo 2 pisos con la ensaladilla. Por encima pimiento dulce y una buena anchoa que combina bien. Lo que no pintan nada son las gotitas de balsámico por encima.
«La ensalá» es una hoja de lechuga que hace de cama a la ventresca, pimiento caramelizado, mahonesa y unas esferificaciones de frutas. Un bocado fresco, con unos sabores que casan muy bien.
El siguiente entrante fue para mí lo mejor de toda la comida. Un salpicón de marisco con mahonesa de tobiko y nube de ajoblanco. Impresionante mahonesa de tobiko que era puro umami, buenos mejillones, y una textura muy curiosa de la «nube» de ajoblanco. Todo combinado estaba delicioso.
Seguimos en Eszencia con…
Los comensales menores de 8 años estaban con antojitos y pidieron una mini tortilla de patatas hecha al momento y los noodles de verdura y gamba. Conseguí robarles un poco de tortilla que estaba buena pero a mí me gusta menos cuajada. Los noodles correctos pero sin llamar la atención. La elección de los mayores de 8 años fue más acertada. Pedimos unas setas de temporada con huevo a baja temperatura y camarones que estaba muy rico. Buenísimo, muy sabroso y con intenso sabor a queso el rissotto de trigo y setas.
Y terminamos con un postre
Y terminamos en Eszencia con una crema de chocolate blanco, con helado de garrofa y pipas de calabaza caramelizadas.
Pues un local con una terraza espectacular, servicio agradable y buena comida. Lo tenían todo de cara para que saliéramos de allí como clientes satisfechos 100%. Por desgracia, hay detalles que pueden estropear esa imagen en un momento. Si no sirves agua embotellada abierta delante del cliente, y lo que utilizas son tus botellas personalizadas que rellenas, en mi opinión es un feo detalle cobrarlas. Me da igual que el agua no sea directa del grifo y utilices el sistema de ósmosis más avanzado del mundo. Si además en la factura colocas que has servido agua embotellada de una marca determinada, la sensación que dejas es de engaño. Cuando realizo el comentario al respecto al personal, me ponen excusas sin sentido, e incluso generan la impresión de molestarse conmigo. Una pena acabar con esa sensación la verdad, porque el sitio está genial.
¿Qué te parece el restaurante Eszencia en Cartagena? Deja tu comentario y a ¡COMER, VIAJAR Y NADA MÁS!
Necesito contactar urgentemente con ustedes
Está usted comentando en un blog de experiencias gastronómicas y viajeras. No sé qué puede ser urgente en ese sentido…