Voy poco al Restaurante Keki en Murcia, buscando un nuevo Keki. ¡Qué tontería! Teniendo a Keki, para qué queremos seguir buscando. Y es que le tengo un cariño especial a Keki, uno de mis restaurante favoritos desde tiempos inmemoriales. Lo conocemos desde sus inicios, celebramos allí el bautizo de uno de mis hijos, lo hemos visitado muchas veces, varias visitas al ya desaparecido K-Alma, e incluso conocimos su extinta versión informal Bocados Keki hace ya unos 11 años. A pesar de todo ese bagaje y experiencias en los Keki, e incluso habiendo hecho alguna colaboración, a Sergio Martínez le cuesta aún ubicarme. Y eso me gusta. Lo que parece que tiene de despistado, lo tiene de brillante en la cocina. Uno de los mejores cocineros de la Región.
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Restaurante Keki en Murcia
Keki es ese lugar en el que confiar siempre y que sabes que no te va a fallar. Ese amigo que hace tiempo que no ves pero que sabes que siempre está para lo que necesites. Para una comida familiar, con amigos, una cena en pareja, o para un tapeo más informal, allí estará Keki. Keki es como Raúl González Blanco, sí, el exfutbolista del Madrid. No era el más alto, ni el más rápido, ni el que mejor remataba, pero era bueno en todo. La constancia, la regularidad. Eso también es Keki, además de ser el restaurante con la mayor relación calidad-precio-disfrute de la ciudad de Murcia. Es el restaurante que más recomiendo para disfrutar mucho con un ticket medio.
¿Qué probamos en la última visita?
Keki mantiene en carta algunos de sus super clásicos como el tataki de atún o el canelón de pato, pero queríamos probar cosas diferentes. Pero claro, la croqueta de jamón es imprescindible. Es la mejor de la ciudad de siempre. Histórica. También probamos los caballitos con romescu, y unas empanadillas de choco con un relleno sabrosísimo. Brutal el baozi de pollo de corral, y muy bien las alcachofas con jamón y crema de parmesano. Para los principales, elegimos la pluma a la parrilla con verduritas, como en otras ocasiones. Y es que me encanta. Como novedad, el curry de solomillo ibérico. Muy rico.

En el apartado postres, lo mejor es la torrija, pero me decanté por la tarta de queso murciano, que no la había probado. Cremosa y con intenso sabor a queso. Me gustó mucho. Le falta una base de galleta. A mi me gustan más las tartas con esa combinación cremosa y crujiente. El super Ferrero se ha sustituido por el San Raffaelo, que no llegué a probar, los niños lo devoraron, y la panacotta tenía una pinta sensacional.
Vamos, que en el restaurante Keki en Murcia disfrutarás siempre. No busques más, hay que volver a Keki. Siempre y para siempre. Seguro que conoces Keki, ¿no? ¿Qué te parece? No dudes en dejar tu comentario y a ¡COMERVIAJARynadamás!
Las fotos de nuestra visita









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[2018] Hacía tiempo que no iba al Restaurante Keki en Murcia, quizá demasiado. Este restaurante, desde sus inicios, ha sido uno de mis lugares gastronómicos de referencia en Murcia. De hecho, en esta clasificación que realicé, lo puse en una situación privilegiada. Y no es que lo diga yo, la guía Michelín lo mantiene en sus restaurantes recomendados e incluso Bib Gourmand en la guía de 2017.

Además, Keki es un lugar especial para nosotros. Allí celebramos el bautizo de uno nuestros hijos hace 5 años. En esa época, la oferta gastronómica murciana era más limitada y siempre volvíamos a Keki. Ahora, con una gran oferta en la ciudad, en nuestra búsqueda de un “nuevo Keki”, habíamos dejado de ir. Gran error, no existe un “nuevo Keki». No lo busques, y vuelve, siempre hay que volver, y con asiduidad, porque nunca de defrauda. Y eso hicimos.

Para comenzar en Restaurante Keki
Como aperitivo de cortesía, un clásico murciano: un poco de hueva con almendras, que acompañé con una Yakka Brown para quitar la sed que da este aperitivo.

Seguimos con lo que posiblemente ha hecho al restaurante Keki conocido, no sólo en Murcia: sus famosas croquetas de jamón de bellota. Famosas porque fueron finalistas en «La mejor croqueta del mundo 2016», y las que enamoraron al crítico gastronómico y director de Madrid Fusión José Carlos Capel.

Otro entrante muy rico es la anchoa, queso de cabra y berenjena. Una combinación de sabores deliciosa y muy acertada.

En el restaurante Keki ya hacían un tataki de atún rojo espectacular, cuando aún no se había puesto de moda este plato. Ahora ya no lo pido casi en ningún sitio, estoy ya cansado de tatakis, pero aquí hago una excepción merecida.

¿He leído burrata? Sí, pues me lo pido. Una ensalada con pollo de campo, burrata, aliño y cacahuetes. Muy buena, pero me faltó burrata…nunca es suficiente cuando hablamos de burrata.

Para continuar en restaurante Keki
Continuamos con un platazo espectacular: aguachile de gamba…sabores, textura, maravilloso, me encantó.

Otro clásico del restaurante Keki que no falla: los canelones de carne y mostaza suave.

Luego pedimos unas albóndigas de vaca al curry verde. Un plato contundente y muy sabroso, con el picor justo. El plato, además de lo que puedes ver en la foto, se acompaña de un cuenco de arroz para mezclar con la salsa.

La pluma de bellota asada, verduritas, y romescu no pudo ser un mejor entrante de los postres. La carne estaba más tierna que la mantequilla y las verduras cocinadas «al dente» estaban buenísimas.

No postre no party en Keki
Pedimos la torrija, un postre de lima, kiwi, fresas y yogur, y el espectacular «Superferrero». 3 postres que son un gran fin de fiesta de una gran cena, sumado al licor de fresa de la casa que no puede faltar.

Últimamente tengo la sensación de que los nuevos restaurantes son una copia de uno anterior de éxito. Platos parecidos, con ingredientes de moda, sobre todo asiáticos, que se repiten vayas donde vayas. Eso no ocurre en Keki. Sergio Martínez mantiene la personalidad de su cocina con el paso de los años. Una cocina de calidad, original, con sabor y a un precio excepcional.
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¿Siguen sin usar manteles? Soy de primeras impresiones. No me gustó la primera y única vez que fui. Me parece que seguiré fiel a mis principios. Por cierto, he observado que en 2 platos utilizaron el mismo adorno de pegote de salsa romescu. Creo que no basta con hacer bien de comer. Local, servicio, selección de vinos y cervezas, relación calidad precio, experiencia, tiempos de espera, acústica del local, iluminación… No es solo comer.
Sí, siguen sin usar manteles, como en Alma Mater y muchísimos otros restaurantes que nos encantan 😉
Bien tirado. Casi me marco un gol en propia puerta. La verdad, entre tú y yo, no hay comparación. Al Keki no lo veo yo en la gala Michelín, ni en sueños; pero no tengo la bola del futuro a mano.