Taúlla de Julio Velandrino

Y volver, volver, volveeer a Taúlla de Julio Velandrino

El restaurante Taúlla de Julio Velandrino se encuentra en la pedanía murciana de Espinardo. El local era un antiguo molino de pimentón, y en él se mantienen, de forma decorativa, algunos elementos de su antiguo uso. He visitado este restaurante ya 2 veces en los últimos meses, lo que significa mucho ya que no suelo repetir restaurante en tan poco tiempo. La magnífica cocina de Julio Velandrino, alejada de las modas (no encontrarás «panes baos» ni tatakis de atún), y su excelente relación calidad precio, hace que sea digno de visitar una y otra vez.

Taúlla de Julio Velandrino

La primera visita a Taúlla de Julio Velandrino

Como ya he comentado esta es mi segunda visita a Taúlla de Julio Velandrino. La primera me gustó mucho y por eso he repetido en breve periodo de tiempo. En Taúlla no hay carta, solo puedes elegir entre un menú largo u otro más corto. No tienes que pensar ni decidir nada más. Lo único que tienes que hacer es dejarte llevar y disfrutar con lo mejor que Velandrino te puede ofrecer con productos de temporada.

En esa primera visita elegimos el menú largo. Me gustó mucho la versión de la marinera, un boquerón thai con ajo blanco de melón. El gazpaviche de bonito muy refrescante. También me gustó la mini berenjena, impresionante con esa crema de queso de cabra. Y qué puedo decir de ese huevo de gallina feliz, crucíferas y caldo de matanza, maravilloso. De los 2 postres, pues los chocolates nunca fallan, pero el postre de higo era super original y rico, y eso que no me gustan los higos. Con esos antecedentes estaba claro que iba a repetir.

Taúlla de Julio Velandrino

Mi segunda visita a Taúlla de Julio Velandrino

En esta segunda visita pedimos el menú corto. El principal motivo fue que íbamos con los niños. Tienen 6 y 7 años, y pensamos que no podrían con el largo. Del corto no dejaron ni las migajas de ese pan de pimentón tan bueno que ponen.

Comenzando en Taúlla de Julio Velandrino

Me encantan los aperitivos. La presentación es sensacional, son originales y ricos. La mantequilla de pimentón y cuquillo está para untar pan sin parar. Y la croqueta de mondongo y espinacas sobre humus de olla gitana muy buena también, aunque menos espectacular.

Taúlla de Julio Velandrino

Otro de los aperitivos es bacoreta con una ensaladilla de salazones. Muy sabroso, especial para tomarlo con una cerveza artesana de trigo como La Jubilosa. Muy buena esta cerveza «made in» 100% en Caravaca de la Cruz.

Taúlla de Julio Velandrino

El menú continúa con un plato que me encantó. Tomate autóctono murciano, con brandada de bacalao y lechuga de mar. Un simple tomate llevado a otro nivel de una forma sencilla. Eso es arte.

Taúlla de Julio Velandrino

Las verduras continúan siendo las protagonistas de la cena. Unos espárragos blancos y verdes de temporada con jamón ibérico y gusanitos. Sí, has leído bien, gusanitos. Estaban buenos, espárragos y jamón es siempre combinación ganadora. ¿Los gusanitos? Sirvieron para que los niños se los comieran de fábula, a pesar de no ser de sus verduras favoritas. Pero independientemente de eso, no mejoraban el plato. Con una textura más crujiente estaría mejor.

Taúlla de Julio Velandrino

Los principales de Taúlla de Julio Velandrino

Dejamos atrás las verduras y vamos con algo más contundente. Un taco de pollo campero, maíz, aguachile de lombarda encurtida y acompañado por un limón asado al kamado. Hay que ponerse la servilleta anudada al cuello e hincarle el diente. Te pringas hasta los zapatos al comerlo, pero merece la pena, sabores y contrastes a cada bocado.

Taúlla de Julio Velandrino

El siguiente plato es el que menos disfruté. Pero por mí, que no soy especialmente fan de los «calamaraceos» y sus familiares. Me los como pero ni fu ni fa. Era una jibia con espaguetis en su tinta y pesto verde, que para ser un «sepiaceo» estaba rico.

Taúlla de Julio Velandrino

Antes del postre, un pescado. Taco de mero, patata, limón, cuquillo y azafrán. Lo mejor del plato el punto del pescado. Bastante poco hecho, muy jugoso. Me gustó la combinación de sabores con marcados toques ácidos que le venían de lujo.

Taúlla de Julio Velandrino

El postre

Finalizamos el menú corto de Taúlla de Julio Velandrino con un trío de chocolates con galleta. ¿No se puede repetir? Me hubiera comido un tazón de un kilo. Y aquí es cuando echo de menos el menú largo. Solo un postre es poco para un goloso como yo.

Taúlla de Julio Velandrino

Me gustaba y me sigue gustando Taúlla de Julio Velandrino. Por algo ya lo incluí en mis 10 mejores restaurantes de Murcia y lo seguirá estando, porque es un restaurante para volver, volver, volveeeer.

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